Extra o refinado, dos apellidos para un mismo nombre: aceite. En muchas ocasiones hemos hablado de la importancia del aceite de oliva virgen extra, de sus beneficios y de las propiedades de este aceite.
Seguramente en más de una ocasión te has preguntado por qué hay un aceite de oliva que se denomina «refinado».
¿Por qué se llama refinado? ¿Qué diferencia hay entre un aceite de oliva virgen y un aceite refinado? ¿Cómo se elabora un aceite refinado? La respuesta a todas estas preguntas las encontrarás en el siguiente post, en el que conocerás su origen, historia, usos y proceso de obtención. Merece la pena dedicar unos minutos. ¡Vamos allá! 😉
Qué es el aceite refinado
Para empezar, ¿qué significa refinado? El refinado del aceite de oliva consiste en la eliminación mediante procesos químicos y físicos de los olores y sabores desagradables de un aceite de oliva virgen, así como de la rectificación de la acidez.
Es decir, el aceite de oliva refinado es el cualquier aceite etiquetado como «aceite de oliva» sin llevar los apellidos virgen o virgen extra. El aceite de oliva refinado es malo, ya que se trata aceite de muy mala calidad y presenta un sabor totalmente desagradable
El proceso empieza igual para cualquier aceite de oliva, con la recogida de la aceituna. Sin embargo, desde que se planta el olivo hasta que se compra el aceite, cada paso del proceso decide la calidad del producto final.
Este proceso es, en definitiva, lo que hará que un aceite sea virgen extra o no. Para que este aceite pueda ser consumido este aceite debe someterse a diversos procesos de refinamiento donde se aplica calor, perdiendo así prácticamente todas las propiedades medicinales inherentes a un buen aceite de oliva.
El origen del aceite de oliva refinado
Como ya abordamos en su día cuando hablamos sobre la historia del aceite de oliva, se considera que el inicio del cultivo del olivar data del año 4.000 a.C. y se cree que tuvo lugar en una ubicación indeterminada del Levante Mediterráneo.
Sin embargo, hasta el año 616 a.C. no llegó a la península itálica. Aunque la mayor expansión de la joya de la gastronomía mediterránea se dio durante los siglos II y III gracias a las victorias militares y a los avances territoriales del Imperio Romano. Y es que el Imperio Romano marcó un antes y un después en el cultivo del olivo y en el conocimiento adquirido sobre el mismo.
La tecnología ha ido mejorando de forma importante pero antes, en la antigüedad, se utilizaban métodos rudimentarios que obligaban a refinar el aceite para reducir su acidez y quitarle los malos olores y sabores. De esta forma, antes de comercializarlo, se trasladaba a la fábricas donde se procedía a refinar el aceite para su posterior consumo.
Sin embargo, en la actualidad todo esto ha cambiado y la tecnología ha permitido que se preserven todas las propiedades del aceite, lo que nos hace disfrutar de los mejores aceite de oliva virgen extra.
Cómo se obtiene el aceite refinado
El aceite de oliva refinado se obtiene a partir del aceite de oliva lampante que producen las almazaras. Pero para que este aceite pueda ser consumido debe someterse a un proceso de transformación en aceite comestible mediante la aplicación de varios procesos físico-químicos. Pero, ¿en qué consiste exactamente el proceso de refinado?
En definitiva, el refinado de una aceite es un proceso que consiste básicamente en la adición de ciertos compuestos químicos acompañados de procesos de calentamiento y destilación al vapor, consiguiendo así las características «deseadas» para su consumo, como acidez, sabor, olor.
En general, un aceite refinado debe cumplir con unos requisitos tanto de sabor como de aspecto que permitan su comercialización y, por supuesto, su consumo.
¡Ojo! ¿Sabías que durante el proceso de refinado, el aceite de oliva pierde sus polifenoles, un grupo de sustancias químicas beneficiosas para la salud? Pues sí, así es, y que los polifenoles tienen su máxima expresión en el aceite de oliva virgen extra de calidad superior.
Como ya te contamos cuando hablamos de los diferentes tipos de aceite de oliva, no existe duda alguna de que la más indicada es el aceite de oliva virgen extra, ya que su composición nutricional le brinda un sabor único además de múltiples propiedades medicinales.
Usos del aceite de oliva refinado
El aceite de oliva refinado es algo más económico que el aceite de oliva virgen extra, y por eso más de la mitad del aceite de oliva que consumimos en España es refinado. Pese a la idoneidad del aceite de oliva virgen extra, por su calidad y sabor, no podemos pasar por alto los usos que puede tener el aceite de oliva refinado.
El aceite refinado es muy utilizado por aquellos grandes consumidores de aceite: restaurantes, conserveras…. Es cierto que a veces no siempre uno puede pueden adquirir grandes cantidades de aceite de oliva virgen extra, y por ellos se opta por el aceite refinado.
El aceite de oliva aunque sea refinado sigue siendo más saludable que otros aceites como el de palma, el de soja o el de colza, Estos últimos contienen más cantidades de grasas saturadas, por lo que no resultan nada beneficiosos para la salud.
Tras saber qué es el aceite de oliva refinado y como se consigue, seguro que habrás observado que no cualquier tipo de aceite puede considerarse “oro líquido”. Y es que, existen múltiples variedades y no todas ellas presentan el mismo sabor ni las mismas propiedades medicinales. Si quieres obtener todos los beneficios que puede aportarte un buen aceite de oliva y aprovechar todas las propiedades del aceite la mejor opción es adquirir un aceite de oliva virgen extra de buena calidad.