¿Habías escuchado hablar alguna vez del aceite de oliva de cosecha temprana? Por su nombre seguramente sepas ya identificar de qué estamos hablando, pero en cualquier caso hoy queremos acercarte un poco más a la denominación de «cosecha temprana» a la hora de hablar del aceite de oliva.
Y es que, ¿te has parado a pensar por qué hay aceites que obtiene mejores resultados que otros zumos siendo todos de la misma cosecha? Pues, ya te adelantamos que no es una cuestión de azar. No es casualidad. Veamos por qué y adentrémonos en el mundillo del aceite de oliva de la cosecha temprana. ¿Preparad@? ¡Vamos allá!
Aceite de oliva de cosecha temprana, ¿qué es?
Cuando hablamos de recolección temprana no estamos hablando de que la aceitunas se recojan por la noche o por la mañana temprana. No, no tiene nada que ver con eso. Se considera aceite de oliva de cosecha temprana (o también conocido últimamente como aceite de oliva de calidad premium) todo aquel que se obtiene de la aceituna recolectada justo cuando cambia de color verde a morado. En ese justo momento.
Pero, ¿cuándo se produce la recolección temprana? No hay fecha fija para la recolección de esta aceituna temprana, ya que dependen diferentes factores: la zona geográfica, la variedad de aceituna, las condiciones climatológicas…
Aunque, pese a las diferentes variables, sí se puede establecer un periodo temporal que empezaría a mediados del mes de octubre y terminaría a mediados del mes de noviembre. Si, más o menos, tendría una duración de un mes.
A la hora de la recolección temprana del aceite de oliva, hay que fijarse en que la madurez de la aceituna aún no hayan alcanzado su punto álgido, y la mayoría todavía están verdes, algunas de ellas ya están oscurecidas. Si se siguen estos parámetros, el aceite de oliva resultante tendrá un color más brillante, así como un olor y sabor mucho más acentuado. No hay más que catarlo para apreciar la exquisitez de un buen aceite de oliva de cosecha temprana. Quien lo prueba, repite.
Pero este tipo de cosecha también tiene cierta parte negativa, y es que los rendimientos de los aceite de oliva de cosecha temprana son inferiores son inferiores a los de aceite de oliva virgen extra tradicionales. Es cuestión de peso.
Mientras que para un litro de aceite de oliva virgen extra tradicional se necesitan unos 4 ó 5 kilos de aceituna, para un aceite de oliva virgen extra de recolección temprana haría falta entre 7 y 8 kilos.
En resumen, para la elaboración de los aceites de oliva de cosecha temprana necesitamos más kilos de aceituna que para los aceites de oliva virgen extra elaborados con aceitunas más maduras.
Características del aceite de oliva de cosecha temprana
Y ahora que ya hemos visto qué es un aceite de oliva de cosecha temprana, ¿cómo diferenciarlo del resto? Los aceites de oliva de cosecha temprana se caracterizan por su color verde brillante y por sus notas de olores y sabores frutados frescos. Eso sí, por lo general, suelen ser aceites de oliva más fuertes, picantes y amargos.
Producción de la cosecha temprana
Los aceites de cosecha temprana son considerados un producto muy singular, también motivado por la dificultad de su producción. Y es que las aceitunas tempranas están todavía duras por lo que resulta más difícil extraerles el aceite. ¿En qué se traduce esto? En el precio. La producción del aceite de oliva es, por tanto, costosa, de ahí el aumento en el precio final.
Año tras año, la demanda de aceite de oliva premium no ha dejado de ir en aumento, por lo que también es normal que se vaya viendo un ajuste de precios. De todas formas, para poder apreciar todas la características del aceite de oliva virgen extra, te recomendamos que le eches un ojos al post en el que abordamos cómo aprender a reconocer un buen aceite de oliva.
Auge del aceite de oliva premium
En conclusión, cada vez son más las empresas que apuestan por la producción de su aceite de oliva de cosecha temprana. En Teleoliva, presentamos la mejor selección de aceites de oliva premium.
No te olvides, un aceite de oliva premium es aquel que se extrae de aceitunas verdes que aún no han finalizado su proceso de maduración. Si bien el rendimiento graso de estos frutos es menor y la recolección es más ardua, el resultado es un aceite de oliva cuyo sabor en crudo es exquisito. Ahora sólo queda probarlo.