Las comparaciones son odiosas, sobre todo si se hace con el aceite de oliva. En anteriores post ya hemos puesto frente a frente a diferentes variedades de aceites (girasol, aceite de oliva…) Pero hoy queremos hablar de uno de los competidores del aceite de oliva virgen extra que viene pisando bastante fuerte: el aceite de argán.
Seguro que más de una vez has oido hablar del aceite de argan, e incluso habrás oído sobre sus grandes beneficios en el campo de la cosmética. ¿A quién no le han recomendado más de una vez que se echase aceite de argán en la piel?
Debido a sus propiedades calmantes, regeneradoras y antioxidantes, el aceite de Argán ya se ha hecho un hueco en el mundillo de la belleza natural. También es muy apreciado por su intenso sabor tostado, y por su alto contenido en ácidos grasos esenciales. Pero, ¿es realmente más bueno que nuestro oro líquido? Veamos, de un lado tenemos el aceite de argán y del otro, nuestro preciado aceite de oliva. ¡Hagan sus apuestas! 😉
Aceite de Argán y Aceite de Oliva- Sus orígenes
Tanto el aceite de oliva como el aceite de argán provienen de árboles históricos. Son el fruto de dos variedades diferentes pero que guardan algo en común: sus años de historia. El olivo es el icono de la cultura mediterranea, pero el árbol del argán es un símbolo identificativo del sur de Marruecos. Cada uno en su campo, pero ambos árboles con identitarios, al igual que los frutos que brotan de ellos.
Beneficios para la salud
Pero no solo les une su carácter histórico, estos dos aceites comparten propiedades beneficiosas para la salud. Debido a su alto contenido en antioxidante naturales, tanto el aceite de argán como el aceite de oliva son perfectos para mantener nuestra salud a raya. Entre otros beneficios, educen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer. Pero no sólo eso, también tienen funciones inmunitarias.
Eso sí, frente al aceite de argán, el de oliva contiene un mayor porcentaje de ácido oleico, lo que hace aumentar el colesterol bueno y neutraliza el malo.
Los efectos positivos en nuestro organismo tanto de uno como de otro son incontables, además de sus propiedades cosméticas. Previenen el envejecimiento celular, la aparición de arrugas, protegen contra quemaduras y ayudan a eliminar cicatrices. Por eso, la industria cosmética utiliza ambos aceites en la elaboración de sus productos.
Propiedades cosméticas
Cremas, jabones… son multitud los productos cosméticos elaborados a base de aceite de oliva y/o aceite de argán. No vamos a profundizar mucho más en esto porque seguro que ya conoces de sobra estos tipos de productos. Pero, eso sí, ¿sabías que el aceite de oliva es el preferido? ¿Por qué será?
Las cremas con aceite de oliva son más nutritivas y tienen un olor mucho más agradable, mientras que aquella que contienen aceite de argán son más penetrantes.
Uso en la cocina
Pero, ¿y en la cocina? ¿Cuál es mejor para utilizar en los fogones? Los dos soportan altas temperaturas y son aptos para utilizar en la elaboración de platos. El aceite de argán suele ser más utilizado en Marruecos donde lo untan con plan y lo utilizan para preparar ensaladas.
Sin embargo, en la dieta mediterránea el rey es, sin duda, el aceite de oliva. ¿Quién podría entender nuestra cocina sin el aceite de oliva? Nadie, desde luego. No cabe duda, el aceite de oliva es el mejor 🙂