Las virtudes del aceite de oliva son múltiples, ya que no sólo posee propiedades nutricionales y medicinales sino que además destaca por sus propiedades cosméticas, actuando como un aliado en la salud de nuestra piel, por lo tanto, es un ingrediente extraordinario para la elaboración de jabón.
¿Qué beneficios ofrece el jabón casero con aceite de oliva?
El jabón es un producto ampliamente empleado para la higiene corporal que se produce como consecuencia de una reacción dada entre sales sódicas y lípidos o grasas. Finalmente se obtiene una sustancia con un alto poder limpiador pero que presenta un principal inconveniente: reseca la piel ya que su uso reiterado quebranta el equilibrio del manto lipídico de la piel.
La piel está formada por una emulsión de agua y lípidos y el equilibrio entre ambos componentes es imprescindible para mantener en óptimo estado la importante función de defensa que realiza la piel respecto al medio externo, evitando las agresiones ambientales y la entrada y colonización de microorganismos patógenos.
El principal beneficio que ofrece el jabón casero elaborado con aceite de oliva es el de mantener la función limpiadora de este producto a la vez que se mantiene la estructura hidrolipídica de la piel.
El aceite de oliva ejerce sobre la piel un efecto hidratante y nutritivo. Nutre la piel porque le aporta sustancias grasas imprescindibles para su estructura y a la vez la hidrata porque la presencia de estas grasas evite la evaporación de agua y mantiene la humectación del órgano más extenso del cuerpo humano.
¿Cómo elaborar jabón casero con aceite de oliva?
El mejor proceso para la elaboración de un jabón casero es aquel en el que se aplica una fuente de calor, ya que esto permite acelerar las reacciones químicas correspondientes y además reduce el tiempo de curación.
Es importante que la elaboración del jabón se produzca en un lugar con una óptima ventilación, ya que se van a generar vapores que podrían resultar tóxicos, por este mismo motivo también es importante que utilices gafas y guantes (similares a los que se emplean para la limpieza doméstica).
Para obtener un jabón casero de aceite de oliva con alto poder hidratante y nutritivo necesitarás los siguientes ingredientes:
- 1 litro de aceite de oliva virgen
- 300 mililitros de agua
- 125 gramos de sosa cáustica
Quizás te haya sorprendido observar que se emplea un aceite de oliva virgen, pero debes tener en cuenta que si un aceite de oliva virgen o incluso virgen extra presenta unas propiedades nutricionales extraordinarias, estas mismas propiedades pueden ser utilizadas para un cuidado de la piel inmejorable.
Pasos a seguir para elaborar el jabón casero con aceite de oliva
- La sosa cáustica debe añadirse muy poco a poco al agua mientras que se remueve hasta que se ha disuelto por completo, esta disolución completa tendrá lugar cuando el agua, que inicialmente adquiere un color blanquecino y turbio, se empiece a mostrar más transparente.
- La mezcla de la sosa cáustica y el agua dará lugar a una reacción química que generará mucho calor, por lo tanto, el próximo paso es calentar el aceite en una olla hasta que alcance una temperatura similar a la de mezcla de sosa cáustica y agua.
- Una vez el aceite haya adquirido la temperatura deseada, deberá verterse sobre el mismo la mezcla de sosa cáustica y agua, muy despacio y sin dejar de remover (preferiblemente con una batidora manual de acero inoxidable).
- La mezcla de todos los componentes deberá mantenerse a fuego lento y removerse durante aproximadamente 30 minutos, conforme vaya pasando este intervalo de tiempo observaremos cómo la textura de la mezcla va cambiando, irá desde una consistencia muy líquida hasta una textura similar a la de la mayonesa, cuando alcance esta textura, es el momento de apagar el fuego.
- A pesar de haber apagado el fuego, la mezcla debe continuar moviéndose a medida que se va solidificando por la disminución de temperatura. Una vez haya alcanzado una textura similar a la de un puré de patatas será el momento idóneo para añadir cualquier otro componente que queramos incluir en el jabón, como por ejemplo hierbas aromáticas o aceites esenciales.
- Es precisamente cuando el jabón ha alcanzado una textura de puré de patatas cuando debemos también colocarlo en moldes, preferiblemente de silicona (para facilitar la posterior extracción). Entonces sólo quedará esperar a que el jabón se solidifique completamente para extraerlo.
Empleando las proporciones para hacer jabón casero de los ingredientes que hemos propuesto, es extremadamente suave, por ello puede utilizarse en caso de afecciones dermatológicas y también para la higiene de la piel del bebé.
No obstante, si decides añadirle aceites esenciales o cualquier otro componente complementario, su uso no estaría recomendado en niños menores de 3 años.
Un jabón casero con aceite de oliva para cada ocasión
La elaboración de este jabón permite múltiples posibilidades dependiendo de los ingredientes que queramos añadir, siendo los más utilizados los aceites esenciales, los cuales le otorgan al jabón un aroma único que además aportará distintas propiedades medicinales dependiendo del aceite esencial que se haya empleado. No obstante, este jabón puede enriquecerse con otros componentes igualmente beneficiosos.
A continuación te presentamos 3 variedades de jabón casero con aceite de oliva altamente beneficiosas para tu piel, cada una de ellas tiene propiedades que las hacen muy indicadas para diversas situaciones.
Jabón casero con aceite de oliva y romero
Las propiedades medicinales de este jabón son extraordinarias y para aprovecharlas únicamente necesitarás añadir a la preparación 20 gotas de aceite esencial de romero.
Gracias a los componentes activos presentes en el romero (altamente concentrados en el aceite esencial) este jabón es idóneo para utilizarlo en duchas revitalizantes, ya que el romero actúa como tónico de todo el organismo y especialmente del Sistema Nervioso Central.
Si eres deportista o sufres comúnmente dolores musculares o articulares este jabón será para ti el mejor tratamiento complementario, ya que el romero es rubefaciente, aumenta la irrigación sanguínea y disminuye la inflamación, logrando una efectiva reducción del dolor.
Únicamente estaría contraindicado en aquellos casos de hipertensión arterial, ya que el aceite esencial de romero puede contraer ligeramente los vasos sanguíneos y eso causaría un aumento en los niveles de tensión arterial.
Cómo hacer jabón de aceite de oliva y coco
En este caso como ingrediente complementario utilizaremos leche de coco, un término que verdaderamente hace referencia a la pulpa de coco triturada hasta obtener una textura homogénea y cremosa, por lo tanto, la leche de coco también se puede preparar en casa con ayuda de una procesadora o licuadora.
La leche de coco puede contener hasta un 50 % de agua, pero el otro componente mayoritario son las grasas saturadas, gracias a las cuales se podrá obtener un jabón de aceite de oliva de gran cremosidad y con una textura única.
El jabón casero con aceite de oliva y coco está especialmente indicado para las pieles sensibles que muestran cotidianamente irritación, ya que por su alto contenido en grasas formará una película protectora sobre la piel.
Si la piel se muestra muy seca, tirante, e incluso con escamas, este jabón es el más indicado para restaurar el equilibrio de lípidos y combatir la sequedad, causada por falta de agua y nutrientes.
Cómo hacer jabón de aceite de oliva y aloe vera
Enriquecer este jabón casero con jugo puro de aloe vera te dará como resultado un producto completamente natural e idóneo para cuidar tu piel y tratar numerosos trastornos dermatológicos.
Para ello necesitarás extraer la pulpa de uno o dos tallos de aloe vera (si dispones de plantas cultivadas) o bien adquirir un gel puro de alta calidad.
Es ampliamente conocido que el aloe vera es uno de los mejores remedios naturales para la piel, lo que quizás no sepas es que tras cada efecto beneficioso del aloe vera se esconde un principio activo cuyo mecanismo de acción y efecto farmacológico han sido perfectamente estudiados.
Por lo tanto no estamos ante un remedio de uso tradicional y popular, sino ante una de las mejores plantas medicinales cuya efectividad ha sido demostrada científicamente.
El jabón casero con aceite de oliva y aloe vera es apto para cualquier tipo de piel, pero especialmente interesante cuando la piel presenta inflamación o irritación, ya sea por una enfermedad dermatológica, por una reacción alérgica o por la picadura de un mosquito.
Si la piel ha sufrido alguna lesión y está herida, el aloe vera ayudará a disminuir el dolor gracias a su efecto antiinflamatorio y analgésico, formará una película protectora gracias a su contenido en mucílagos (sustancias vegetales viscosas) y además acelerará los procesos de regeneración celular, procurando una adecuada cicatrización.
Este jabón también resulta idóneo para la higiene de las pieles grasas, ya que el aloe vera aumenta el contenido de agua en la piel sin engrasarla, de otra parte, el contenido en aceite de oliva impide que el jabón sea excesivamente astringente, ya que de lo contrario, se produciría una compensación por parte de las glándulas sebáceas y un aumento del contenido de sebo en la piel.
¿Qué variedad de jabón casero con aceite de oliva se adapta mejor a tus necesidades?
Si no has probado antes este tipo de producto no dudes en elaborarlo, los beneficios de los que disfrutará tu piel bien merecerán el empleo de tu tiempo.